Cap9 pag39

Les recuerdo que cambié la programación de las páginas a lunes y viernes por un tiempo.


En otras novedades, quería aprovechar de referirme levemente a lo que está pasando en Chile y mi postura personal sobre ello...

Han sido días muy difíciles para mi país. Para los que no sepan, una enorme crisis social estalló tras la gota que rebalsó el vaso en la forma del aumento del pasaje de metro; pero lo que está pasando viene de más atrás, más profundo. Años y años de injusticias, corrupción, robos por parte de los funcionarios del estado, lobby, bajo una constitución instaurada en la dictadura del 73, que da pie para que políticos se llenen los bolsillos, vendiendo el país a privados, mientras las quejas y necesidades ciudadanas en temas de salud, educación, medioambiente y otros, son completamente ignoradas. Llevamos décadas sin dictadura y en democracia, pero los políticos de todos los sectores y colores políticos pactan, les cubren las espaldas y permiten a los empresarios robarse los bienes y lucrar desmesuradamente con los recursos naturales y humanos del país, muchas veces cometiendo crímenes que a su vez quedan impunes gracias al poder del dinero.

Personalmente, a pesar de que no estoy cerca de ninguna de las grandes ciudades donde la mayoría de las protestas y acontecimientos están pasando, he estado muy emocional, y agotada.  Desde que tengo cierto pensamiento crítico que me he sentido profundamente decepcionada y desesperanzada sobre el futuro de Chile y en estos días, evidenciar que no soy la única me ha dado un optimismo y patriotismo que nunca había sentido antes. Como muchos han dicho, Chile despertó y me llena de orgullo y alegría verlo así.

Lamentablemente, las protestas que empezaron (y en su mayoría siguen siendo) pacíficas, han sido alteradas y desestabilizadas por las fuerzas policiales y militares que injustificadamente el presidente permitió en las calles, junto con un toque de queda que principalmente tuvo por motivo acallar la voz de miles de chilenos descontentos.
Durante la semana se vio la instauración de una doctrina del shock, con cortes (pauteados) en la cadena de abastecimiento, comida y agua, "turbas de delincuentes" y fuerzas armadas trayendo caos y pánico por igual a la población, además de represión y violencia desmedida que viola los derechos humanos por parte de ésta última, todo esto mientras los medios de comunicación nacionales (que adivinen, son privados y pagados por los mismo políticos y empresarios que manejan el sistema y leyes para su propio beneficio) censuran y manipulan la información sobre lo que está sucediendo por todo el país.

Siento rabia, asco y tristeza frente a los crímenes que se han cometido y se siguen cometiendo hacia los manifestantes y civiles, y una impotencia enorme hacia la estrategias que ha tomado el gobierno para acallar, manipular y mantener el status quo que nos trajo hasta este punto como país, y espero sinceramente que sus maniobras no logren calar en la organización, unidad, dignidad y disconformidad que ha demostrado el pueblo chileno en estos últimos días.

A mis lectores chilenos, le mando el más cálido abrazo y les pido por favor que ayuden a informar, educar y sensibilizar sobre las causas y consecuencias de lo que pasa en el país a quienes no manejan (o no quieren manejar) la información. Este es un momento único y por fin existe la posibilidad de transformar a Chile en un país más justo y con un mejor futuro para todos. Sean inteligentes y fuertes, no se rindan y si salen a manifestarse, cuídense mucho y protéjanse sobre todo los ojos.
Los quiero mucho!


Nos vemos el viernes!